miércoles, 31 de julio de 2013

.

Siento como mi corazón late más lento y triste desde ese momento. Como tener un nudo en la garganta se ha convertido una estúpida rutina que se repite día sí y día también.
Noto como cada día, las lágrimas hacen el mismo recorrido de siempre: se escapan de mis ojos, recorren mis pálidas mejillas y caen al suelo para romperse y desaparecer.
Estoy más que horrorizada por esto, por como se me eriza la piel al ver tus ojos marrones y tu pequeña sonrisa, el quedarme paralizada ante tu presencia, sin saber que decir, y que las únicas palabras que consigo pronunciar contigo, son las que pronunciaría una niña de cinco años.Y tu te ríes mientras yo me maldigo por ser tan idiota, tan idiota de caer en el mismo pozo, en ese abismo oscuro, una y otra vez. Me maldito al hacerme esas ilusiones de nuevo, hasta que lo recuerdo y entonces rompo a llorar de nuevo.
Me maldigo por sentir lo que siento, por intentar enfadarme contigo y no poder porque tu superas todas y cada una de mis expectativas... Eres esa clase de chico al que toda chica habla. Yo digo que soy diferente a todas ellas, soy diferente en cuanto a eso. No suelo hablar de ti a nadie, es más, intento evitar el tema porque me lastima.
Un día mas tengo ese sabor a agua salada, mi propia agua salada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario